jueves, 20 de septiembre de 2007

Vivir, dormir y caminar alli para poder contarlo

La Consulta vecinal que tuvo lugar en tres distritos piuranos se desarrolló sin hechos de violencia ni amenazas como vaticinaban voces oficialistas. En medio de un ambiente de tranquilidad se impuso el verdadero sentir de una población olvidada que hoy dijo “aquí estamos nosotros”, “también somos peruanos”, demasiado tarde para el gobierno que intento apagar un incendio, cuando la pradera esta ardiendo desde hace mucho tiempo.
La consulta movió el suelo político con más fuerza q la huelga el Sutep, los paros regionales o los bloqueos cocaleros. La Consulta saco una tomografía al país político, mostrando cual fuertes, regulares o pobres son las convicciones democráticas de cada cual.

Muchas personas caminaron más de 6 horas y durmieron en las plazas de los pueblos sabiendo que la consulta no tenía un efecto vinculante ni tampoco estuvo a cargo de los organismos electorales. El carácter de ilegalidad con el que el gobierno intento desacreditar este mecanismo de partición ciudadano no mermo ni mucho menos importo, porque la concurrencia fue masiva y los resultados expresaron la conciencia cívica de los pobladores.
Se comento sobre posibles amenazas contra pobladores para que acudieran a sufragar, sin embargo observe que 3 representantes de la Defensoría del Pueblo desplazados a las afuera del estadio para registrar las posibles denuncias; pero hasta el momento esta organización del Estado no ha reportado este tipo de denuncias que fueron advertidas el lunes 10 por el premier del Castillo.

Observe y palpe la imagen de un pueblo sencillo que vota, ya no para elegir a los que van a decidir en su nombre sino para hacer valer sus demandas, es un poderoso activador de solidaridades. Por eso el apoyo les llego de toda la región, del país y del exterior.
No hay nada de sustento legal para reprimir este tipo de consulta. Nuestra Carta Magna, las Leyes Electorales y la Ley de Participación y Control Ciudadana establecen ciertos tipos de consultas populares vinculantes, con determinados requisitos y funciones al JNE y a la ONPE. Pero eso no convierte en ilegales a otras consultas diferentes, promovidas desde el pueblo. Menos aun si esas consultas, como en este caso, no pretenden tener efectos vinculantes pero sí expresar opinión y canalizar la participación, ya que de eso se trata.

En primera instancia esta situación a servido para que el país mire a estos pobladores que probablemente para muchos no existían.
Ha colocado también en la agenda nacional el tema de la legalidad y legitimidad de las decisiones del pueblo y los conceptos de democracia. Sean cuales sean los resultados el estado deben brindar y atender a esta población.
Sin duda el principal responsable de esta consulta es el estado q mira desde Lima a las zona alejadas como ciudadanos de de otro país y que nunca están entre sus prioridades.
Y es que antes de que se descubriera el tremendo yacimiento minero, nadie se preocupaba por la construcicion de un colegio o un centro de salud.
Claro que la consulta de decide nada, pero un referente, una llamada de atención y jalón de orejas a quienes gobiernan el país, esta gente nos esta diciendo “aquí estamos” “también somos peruanos” igual que los limeños que disfrutan de las mejores oportunidades” le dicen también al país entero, “nosotros tenemos opinión y por lo tanto deben tomarnos en cuenta”.




¿Cómo se sentiría usted amigo vecino de Surco, Miraflores o San Isidro, si una empresa obtiene la concesión para explotar un yacimiento aurífero al lado de su casa?
¿Se quedaría tranquilo si le aseguraran que la empresa en cuestión mantiene los niveles de calidad, salud seguridad y protección para su familia y del medio ambiente bajo los estándares mas altos? Y al otro lado construyeran un hospital equipado con las más grandes tecnologías para atender los futuros males de su familia a causa de esa actividad.